viernes, 23 de marzo de 2007

Se aprende todos los días

Todo en la vida es un proceso. Se nace…con la ayuda de otras personas que están en derredor. Es un aprendizaje el conocer a las demás personas. Nunca se puede conocer a alguien por completo. Esto resulta, a mi entender, imposible. Pienso que muchas veces ni a nosotros mismos nos conocemos.

Me he sorprendido a mí misma actuando o pensando quizás de la manera que antes no lo hubiera podido ni pensar. El hombre es un ser cambiante y dinámico como lo es la sociedad misma. Las emociones, los sentimientos afloran en todo momento y cambian la personalidad drásticamente. En un intervalo de tiempo razonable, pensamos de diferentes maneras. ¡Me agrada sentir que vivo! Es un privilegio poder pensar y aprender de cada minuto de nuestra existencia.

¿Sabes… que mucha gente piensan que todo lo tienen a su alcance y que todos los procedimientos los dominan a perfección? Se pasan filosofando. Filosofar no es malo. El darse golpe de pecho y considerarse que todo se ha alcanzado y que no necesitamos de nada ni de nadie, eso es un grave error. El pintor necesita del vendedor de pinturas, el vendedor de pinturas necesita de la fábrica, la fábrica necesita de la mano de obra…es un ciclo y todos nos necesitamos y se aprende todos los días,

Aprender es de personas humildes que reconocen la necesidad que tienen. Se aprende mediante la observación. El que le gusta observar a los demás lo que hacen, aprenden más rápidamente que aquellos que se limitan a murmurar o susurrar y poner faltas porque piensan que ellos lo harían mejor. Eso es falta de madurez y carencia de humildad.

Me fascina observar los niños. Son tan diferentes unos de otros, pero todos tienen algo en común y es que están receptivos para aprender y para que les instruyan en los procesos donde reconocen que necesitar el aprendizaje. Su corazón es noble y nos imparten cátedra hasta el punto que “si no fuésemos como uno de ellos…no llegaremos al reino de los cielos”.

La vida para muchos es una rutina. Se levantan, trabajan, se acuestan…se levantan y todo marcha igual. Considero que no existe un día igual a otro día. Es más, ni canta el mismo pajarillo el mismo trino todos los días. El cielo se viste todos los días con un traje nuevo. El viento sopla de diferentes ángulos cada mañana. La hoja que se cayó del árbol jamás regresará a su lugar. Buscará un lugar en la grama, en la pradera o se marchará en alas del viento. Todo cambia y de todos aprendemos. Se dejan huellas junto al camino, pero también en los corazones de aquellos que conocemos. Aprendemos a valorar todo aquello que Dios nos brinda. Se debe sacar lo máximo a esta vida que es prestada y lo más terrible es que no se sabe el día que nos manden a buscar. Es necesario aprender todos los días de nuestras experiencias, sean buenas o malas. De los errores se aprende a no cometer el mismo error porque la persona se estanca y no crece.

La madre naturaleza nos enseña con firmeza las estaciones del año. En la primavera, se viste de gala para que nos deleitemos con su aroma y aprendamos a perfumar nuestros pasos por los senderos de la vida. Las montañas nos dicen cómo conducirnos en el diario vivir. Muchas veces rodamos por el suelo por la fatiga y el cansancio. En otras ocasiones como la impetuosa montaña, permanecemos firme ante las adversidades. Con cara de bronce y con determinación. Se aprende a madurar durante un día y no durante todos los días para tan solo vivir un solo día a la vez. Todos quieren llegar a la montaña más alta, pero sin escalarla. Sin pagar un precio y sin mucho sacrificio. Piensan que todo le llegará a sus manos y que no tienen ningún problema. ¡Cuán equivocados ellos están! En la llanura hay peligro con la tormenta que se aproxima, pero en la cúspide de la montaña es donde se analiza y se descubre que todos los días se aprende algo nuevo o se imparte una enseñanza para que otro adquiera el conocimiento.

Hay personas que adquieren conocimientos y se creen lo mejor de dos mundos por lo mucho que saben. Lo que ellos no entienden, es que por sí solos no pueden crear ni una hoja de un árbol, El tronco no es mejor que las raíces, pero las raíces no son mejores que las ramas, pero las ramas no son mejores que la tierra…en fin todos nos necesitamos y somos importantes para Dios. Todos los días abro mi corazón para que Dios lo llene de su amor y deposite de su gracia y sabidurías para ayudar a todos los que me rodean. Anhelo aprender a conocer más cada día de Jesús. Sus enseñanzas dividieron la historia en dos, antes de Cristo y después de Cristo. Su huella alumbra a todo aquél que le invoca y cuenta con su ayuda. El que le reconoce en su caminar, él ha prometido que enderezará nuestra senda; y donde está él…nada nos falta. Es por tal razón, y concluyo, que quiero conocer a Dios más cada día y sentirlo junto a mí como esa fuerza superior que todo lo llena porque junto a él se aprende todos los días experiencias nuevas y enriquecedoras.

Nancy Vélez

9 comentarios:

Andrés Rodríguez dijo...

Saludos Nancy:
El aprendizaje es algo infinito. Desde que nacemos hasta que morimos tenemos la gracia de adquirir nuevos conocimientos, siempre y cuando no exista algún tipo de impedimento que no nos permita aprender. Desde que el niño nace lo hace con algún tipo de aprendizaje ya que tiene varios medios que utiliza para expresar que necesita ayuda de alguien para que lo ayude a satisfacer alguna necesidad que se le presenta. También va aprendiendo de todas las personas que se encuentran a su alrededor. A medida que va creciendo va aumento el caudal de conocimientos todos los días. La ventaja del aprendizaje es que ocurre de diferentes maneras, puede ser visual, como ya tú señalaste, también puede ser auditivo y aprendemos por medio del tacto. Como podemos ver por eso es que el aprendizaje es tan sustancial ya que tenemos diferentes maneras de aprender. Howard Gardner realizó investigaciones sobre este tema y desarrolló la teoría de las Inteligencias múltiples. Como educadores a veces nos encontramos con niños que no tienen la capacidad para desarrollar la habilidad leer y escribir y pensamos que no tienen destrezas de aprendizaje, sin embargo pueden desarrollar otras habilidades manuales y eso también es parte del aprendizaje. Como indiqué anteriormente, el aprendizaje es infinito, todos los días ampliamos nuestros conocimientos. Como indicas, hay personas que tienen un dominio amplio sobre algún tema en específico y piensan que lo saben todo. No obstante, en otros temas están faltos de conocimientos. Esto demuestra la necesidad que tenemos de aprender todos los días. En las esuelas, el proceso de enseñanza-aprendizaje es bilateral, no podemos ir con la idea de que solamente vamos a enseñar a los estudiantes ya que también aprendemos mucho de ellos. En nuestro diario vivir nos surgen situaciones a cada momento de las cuales obtenemos un gran aprendizaje. Aprendemos tanto de las experiencias positivas como de las negativas. De las positivas porque podemos seguir repitiéndolas y de las negativas porque debemos descartarlas. Analizando bien el tema, también podemos aprender de la misma naturaleza y hasta de los animales. De la naturaleza por vemos cómo ella misma utiliza el proceso de reciclaje con sus desperdicios para evitar cualquier tipo de contaminación. De los animales, porque vemos cómo éstos cuidan y protegen a sus crías. Así, que vamos a aprender de todo lo que nos rodea para que nos podamos convertir en personas más interactivas.

Doris Vilma Rodríguez dijo...

Nancy, los seres humanos tenemos la capacidad de aprender algo nuevo todos los días. Para mí cada día tiene algo diferente que puedo aprender, por lo que estoy dispuesta adquirir conocimientos continuamente. Las personas que piensan que lo saben todo están erradas. El sabio es el individuo que está dispuesto adquirir conocimientos incesantemente y de por vida. Un error gravísimo es pensar que uno sabe más que las personas que nos rodean. De cada ser humano hay algo que aprender, lo importante es reconocerlo y estar dispuesto a recibir nuevas ideas. De igual forma es preciso aprende a discernir sobre las ideas nuevas.

Como educadora aprendo cada día de mis estudiantes. Ellos son como un libro abierto, de igual forma que les hago saber que aprendo de ellos, busco la manera para que aprendan de mí. El conocimiento es poder por lo que es necesario aprender todos los días y obtener las herramientas necesarias para defender nuestro punto de vista. El éxito en el mundo escolar, laboral y personal depende de la disposición que tengamos para aprender y no tener miedo a la equivocación; de los errores aprendemos también cada día.

Como padres es necesario fomentar en nuestros hijos el deseo y la importancia de estar dispuesto a adquirir conocimientos tenazmente. Es importante que entiendan que es necesario para su futuro estar dispuesto aprender todo lo más que puedan. También, es importante que comprendan que los obstáculos son barreras que ponemos nosotros mismos y que podemos derrumbar. Para el aprendizaje no debe existir barreras es imperativo aprender, el conocimiento les asegura el futuro inmediato.

Como educadores debemos proveerles todas las actividades que sean necesarias para que adquieran los conocimientos. No podemos olvidar que cada alumno es un ser diferente, por lo que tiene su propia forma de aprender. Necesitamos identificar la forma en que aprenden y proveerles las herramientas necesarias para que descubran el conocimiento y les agrade aprender. Es nuestra misión desarrollar en cada individuo el interés por el aprendizaje y que entiendan que se aprende algo nuevo todos los días. No debemos limitarnos a lo académico debemos contribuir en el desarrollo de valores que es tan necesario para la sociedad que se levanta hoy.

Félix Morales dijo...

Es necesario comprender la necesidad de aprender a vivir. Así pues, resulta útil la experiencia para conocernos a si mismos. Obviamente lo principal es no identificarnos con ningún acontecimiento, con ninguna circunstancia; necesitamos aprender a ver los distintos eventos y circunstancias sin identificarnos con los mismos. Necesitamos aprovechar cada experiencia, por horrorosa que sea, para el auto-descubrimiento; cuando uno se esta auto-observando a si mismo, ve cuan útiles son las experiencias. Es necesario entender la necesidad de desintegrar al Ego; no seria posible esto si no aprovecháramos las duras experiencias de la vida. Hay personas también, que después de un trabajo de observación constante con los distintos eventos de la existencia, se olvidan del trabajo, entonces las experiencias vuelven a ser tomadas como antes. Cuando uno toma las experiencias de la vida como un medio para llegar a un fin, como un medio para el auto-descubrimiento, como un medio para la auto-observación, puede saborearlas. El sabor del trabajo es algo maravilloso, le da a uno una exquisitez inefable. Cuando uno descubre que tiene tal o cual defecto psicológico y lo elimina, entonces viene a saborear el trabajo con un sabor inconfundible; pero cuando uno después de haber trabajado, abandona el trabajo sobre si mismo y vuelve a tomar las experiencias de la vida como antes, es decir vuelve a reinvertir el sentido de las experiencias, entonces indubitablemente sentirá otra vez el mismo sabor de la rutina diaria, el mismo sabor a vida de siempre.

Las experiencias de la vida diaria son muy útiles; desafortunadamente las gentes las repudian, las enjuician, las detestan, etc. Muchos se quejan de si mismos y de los demás; se asombra uno de ver como es que las gentes subestiman las experiencias. Nosotros debemos actuar a la inversa, tomar las experiencias para nuestra propia auto-realización; ellas en si mismas pueden ofrecernos material didáctico suficiente como para el desarrollo de la esencia, o en otras palabras, para el crecimiento anímico. Así pues, las experiencias resultan ciertamente magnificas, en todo sentido.

Por Félix Morales

yolanda dijo...

Nancy, ¿cómo estás? Me dirijo a ti en esta tarde llena de emociones para mí. En estos momentos estoy pasando por un proceso doloroso de aprendizaje. A veces me siento confundida y no sé qué quiere el Señor conmigo. Pero bueno, a lo que voy es que el proceso de aprender a veces es duro y otras veces aprendes siendo muy feliz. Las emociones son tan diversas, como mañanas tienen los diferentes días del año. El carácter de la persona se va formando día a día según sus diferentes experiencias de aprendizaje. En el caso de los niños, somos los adultos los responsables de que ese aprendizaje sea positivo, significativo y enriquecedor. Es por tal razón que hoy día, con los cambios constantes y las diferentes necesidades sociales, que dicho aprendizaje se dé en el ambiente más positivo posible. Como todos los días se aprende, llegará el día en que la sociedad de hoy, se dé cuenta y reaccione; sobre los efectos que tendrá este aprendizaje en los jóvenes, el cual se reflejará en el trato que recibiremos como ancianos por parte de ellos, los adultos del mañana.

Los jóvenes hay que llevarlos por el sendero del aprendizaje rico en valores, de respeto por la vida, el derecho ajeno y sobre todo el crecer al amparo del amor de Dios. De nuestras sabias decisiones será de ordenada la sociedad mañana. ¿Para cuando dejaremos el aprender de una vez, que de nuestros actos hoy, será reflejo la vida mañana? Nuestro Planeta está enfermo, pronto comenzaremos a ver las consecuencias de nuestros actos. Este es un caso del cual no podemos esperar a ver las consecuencias, para aprender de ellas, no nos podemos dar ese lujo. Aquí debemos proyectarnos a ese futuro y enmendar nuestros actos hoy.

Como en esta vida hay de todo, están los que viven día a día, sin detenerse a pensar que Dios, si así lo quiere no nos dejaría ver la luz del día, cada mañana y simplemente nos diría: “Yolanda llegó tu hora”. ¿Qué le diríamos al Señor? dame más tiempo, todavía me faltan cosas por hacer. Debemos reaccionar y aprender a disfrutar de las cosas simples de la vida, que son las mismas que homenajean a Dios y nos acercan a Él.

Wilma Jimenez dijo...

Nancy,

Se aprende todos los días

Si bien todo en la vida en es un contar proceso. Primero pasamos por el proceso del nacimiento al igual que el de aprendizaje en nuestro diario vivir. Nunca podemos conocernos bien cada día. El ser humano es bien complejo, un poco difícil a veces de entender en su forma de actuar diariamente en nuestras vidas.

El hombre es un ser cambiante y dinámico como lo es la sociedad misma. Las emociones, los sentimientos afloran en todo momento y cambian la personalidad muy frecuente sus vidas. Todos pensamos diferentes nuestra forma de actuar, de pensar, de comportarnos en nuestro diario vivir. Aprendemos de las personas humildes que reconocedla necesidad que tienen en algún comente en sus vidas.

En la parte de los niños como los observamos, su forma de actuar y de prensar nos enseña muchos valores. Su corazón es tierno y son muy sanos. Los niños son unos regalos de Dios. Hay que ser niño para lograr muchas cosas y llegar a reino de los cielos.
Nos enseñan mucho especialmente en nuestra vida espiritual.

Muchas personas viven día a día sin dar gracias a Dios por las cosas lindas que el nos ofrece cada mañana, cada día, cada amanecer, el estar vivos es un gran regalo de parte de Dios. Para muchos la vida es una rutina como bien tú dices. Siempre se dejan huellas junto al camino, pero también en los corazones de aquellos que conocemos por mucho tiempo, o aunque sea de pasadas.

La naturaleza nos enseña sus estaciones del año. Tenemos la primavera, se viste de gala para que nos deleitemos con su aroma y aprendamos a perfumar nuestros pasos por los senderos de nuestras vidas. Las montañas mas alta, pero sin escalarla. En ocasiones siempre firme para no caer. En la llanura hay peligro con la tormenta que se aproxima, pero en la cúspide de la montaña es donde se analiza y se descubre que todos los días se aprenden algo nuevo o se imparte una buena enseñanza para que otro adquiera el conomiento. La naturaleza es un regalo de parte de Dios.

¡Buenas noches!
Wilma Jiménez

Guirmar dijo...

Se aprende todos los días

En cada segundo de nuestra vida aprendemos algo nuevo. Sino reforzamos lo aprendido o mejoramos lo que ya hemos aprendido. Uno aprende de cualquie circunstanica que pudiera llegar a nuestra vida.

Como ser humanos que somos no lo sabemos todo. Somos una persona cambiante en nuestra vida y en nuestras acciones. Un ejemplo de querer aprender es ser como los ninos que desde antes de nacer son receptores y quieren aprender cada día más.

En especial si miramos y caminamos con Dios cada día vamos a a prender de él. Que es el camino verdadero que todo ser humano debe seguir y aprender más de él.

Guirmar

Naty dijo...

En esta vida uno nunca deja de aprender. Siempre habra algo nuevo que aprender. El ser humano madura con el paso del tiempo, la mejor universidad de la enseñanza es la vida, o sea, el diario vivir.

Hay personas que tardan en madurar o coger capacidad, pero hay otras que maduran rápido por los cantazos y errores ya cometidos en el pasado y no desea que vuelvan a ocurrir.

Tenemos dos formas de aprender en la vida: Una es por conciencia, cuando nos dirigimos tras nuestras metas por motivación propia, sin necesitar que nadie nos recuerde nuestros compromisos. Y la otra, es cuando cometemos errores y estamos atentos para reconocerlos y corregirlos. Cada error, nos muestra lo que tenemos que corregir y en la medida en que lo hacemos, aprendemos y nos convertimos en mejores humanos.

Maria Porto dijo...

Se aprende todos los días

Cuando escuchamos la palabra “aprender” por lo general pensamos en ese proceso formal de adquisición de conocimientos que se dá en la escuela; en donde muchas veces igualamos el concepto “aprender” con obtener una “A” o un noventa por ciento en una materia estudiada. Agraciadamente mucho de lo que se aprende en la vida no se puede medir con una nota o un porciento. Aún más; la mayoría de los conceptos que aprendemos en la escuela se quedan en el olvido, pasando a ser inertes e inútiles.
Sin embargo; aprender a caminar, a correr, a saltar cuica, a cocinar, a amarrarnos los cabetes o simplemente aprender a bailar resultan aprendizajes valiosos que nos dan pertenencia y nunca se quedan en el olvido. Dios, ese ser supremo nos dotó de algo maravilloso, nos dió la capacidad de aprender. Desde que nacemos hasta que morimos estamos en continuo aprendizaje. Aprendemos por curiosidad, por descubrimiento, por repetición, por adquisición o simplemente por error.
A través de la historia hemos visto cómo el ser humano gracias al conocimiento ha ido transformando al mundo, aunque no estoy muy segura si lo ha transformado para su salvación o para su condenación. ¿Qué se aprende todos los días? Pienso que sí. De lo contrario nuestra vida sería solo un paso por este mundo sin sentido. Cuando somos niños aprendemos de nuestros padres, quienes nos enseñan lo más valioso de nuestras vidas, ya cuando somos adultos aprendemos de todo lo que nos rodea, reflexionando sobre nuestros acontecimientos y buscando siempre superar lo aprendido cada día.
Los grandes pensadores como Aristóteles y Platón decían que el hombre aprende cuando interactúa con la sociedad en la cual vive y se desarrolla. Lo más importante para ellos era inculcar en el hombre la moral y las virtudes sociales como: las costumbres, las tradiciones, las leyes y la religión. Lamentablemente en nuestra sociedad las mismas leyes han dejado a un lado estas virtudes; dándole paso al abandono de nuestras costumbres y tradiciones. Ya no nos regimos por un código moral heredado de nuestros padres y abuelos; sino que cada quién se rige por su propio código basado en la conveniencia y la individualidad.
La oportunidad de nuevas experiencias a través de nuestra vida aumentan la capacidad de aprender; es por esto que el hombre siempre está en la búsqueda del conocimiento, dándole significado a todo lo que le rodea. En un mundo tan lleno de información hemos tenido que aprender a desarrollar estrategias que nos ayuden a organizar nuestras ideas, seleccionar lo más importante para luego discernir entre lo correcto y lo incorrecto o entre lo bueno y lo malo para poder resolver los problemas cotidianos que se nos presentan.
La tarea de aprender no es fácil; en ocasiones tenemos que cometer errores y aprender de ellos. A veces no quisiéramos pasar por momentos difíciles; pero, qué mucho se aprende de estos. Durante el tiempo de Jesús en la Tierra, la gente aprendía por medio de parábolas, una de las más hermosas es la parábola del hijo pródigo; en donde el menor de dos hijos le pide a su padre la parte de la herencia que le corresponde, creyendo que con dinero en el bolsillo tenía la vida solucionada. Luego malgasta todo y se vé en la miseria; no tenía más que regresar arrepentido ante su padre y este lo recibe con amor. A veces lo importante en la vida no es equivocarnos; sino, aprender de esas equivocaciones.
Estaremos nosotros aprendiendo cada día de nuestras propias vivencias o estaremos viviendo apegados a la rutina y al mecanicismo. Por otra parte; me pregunto cuántos de nosotros aprendemos la lección como lo hizo el hijo pródigo o cuántos de nosotros dejamos pasar los días de nuestra vida sin aprender nada, viviendo solo por vivir.
Nuestra sociedad sabe mucho de ciencias, matemáticas, historia, lenguas, leyes, medicina, pero si hecháramos una mirada al pasado nos preguntaríamos dónde se han quedado las enseñanzas de nuestros antepasados, dónde se quedó el estudio de la moral, de las interrelaciones humanas, de la sana convivencia, de la igualdad y el respeto entre los hombres, de la ayuda al prójimo; o será que hemos hechado al olvido todo lo que aprendimos. El aprendizaje involucra un cambio de conducta, pero ese cambio debería estar dirigido hacia el bien común y no hacia la individualidad. Hemos perdido en gran medida esos valores entrañables que son la parte más hermosa de la humanidad. Nos hemos olvidado de la generosidad, del amor sincero, de la misericordia, del perdón, del honrar a padre y madre, de hacer el bien sin mirar a quién, de nuestra fragilidad humana, de la paciencia, de la mansedumbre, de la fidelidad, del amor a Dios y de otros tantos valores que deberían dirigir nuestras vidas.
La buena noticia es que no todo está perdido, todavía hay una esperanza lo único que esa esperanza depende de ti y de mí. Recuerda: “Todos los días se aprende algo nuevo y aún nos queda mucho por aprender.”



Por:
María Porto López

Maggie dijo...

Hay los que aprenden de ellos y hay los que no aprenden, nos levantamos todas las mañanas para entrar en la rutina de todos los días pero dentro de esa rutina hay algo que cambia y no queda igual son los leves ajustes que hacemos a diario. Algunas personas a nuestro alrededor nos guiaron en unas vivencias que queramos o no las hacemos parte de nuestras vidas y en ocasiones las realizamos ahora igual que antes. Aprendemos rutinas que nunca olvidamos, puedes dejar de hablar un idioma por tiempo y lo vuelves a hablar y tal vez la primeras palabras no te salgan pero de momento te vez hablándolo con mucha fluidez. Se aprende todos los días. Aprendemos todos los días y muchas de esas cosas ni a veces nos damos cuenta que las aprendí. A diario aprendo detalles de cada persona que pasa por mi vida, hasta palabras que identifican a esa persona y hasta movimientos corporales de esa persona.
A veces decimos que no aprenderemos algo y de momento alguien aparece en la vida de uno y nos lo enseña con otra estrategia y lo aprendemos. Pero en muchas ocasiones se me presentan problemas o situaciones y las trabajo hasta que las resuelvo y a veces pensé que jamás podría.
Todos los problemas tienen solución, aquel problema que no tiene solución es la muerte. Mi papa decía que a veces no encontramos la solución, pero es que a veces no se busca ella nos encuentra. Todos los días aprendemos algo nuevo, eso nuevo puede ser bueno pues la vida nunca será igual y no será aburrida. Esto depende de cómo lo veamos al momento en que lo recibimos. El humano si aprende de manera diferente pero lo que le pasa ya sea bueno a malo lo que le pase depende de el. La vida es una montana rusa llena de alzas y bajas y curvas fáciles y difíciles, pero como tú dices tenemos que vivirla, gozarla, darle gracias a Dios, por que tenemos la oportunidad de todos los días aprender algo.